Un rincón donde los sueños se hacen realidad a través de las palabras. Sueña conmigo...

sábado, 22 de diciembre de 2007

Realidades

Hoy toca hablar de realidades, siguiendo un poco con la explicación del título del blog. En realidad, no sé realmente si me encuentro en un sueño o en una realidad, quizá sea por momentos. O tal vez, sea un sueño hecho realidad, no lo sé. Lo único que sé es que estoy viviendo, y, por tanto, el tiempo pasa a mi alrededor, ya sea en un sueño, o en la cruel vida real. Lo cierto, es que esa realidad, esa vida que nos ha tocado vivir, tiene su “intríngulis” particular, en palabras de la cantante Merche, “te da una de cal y otra de arena”, aunque también hay que decir que hay veces que se pasa en demasía con alguna de las dos.
Y la cruda realidad a la que nos enfrentamos es que estamos solos en el mundo. Las personas caminamos solas, y a la mayoría no le gusta, de ahí que surja la necesidad de comunicarse con los demás, de estar acompañado. Pero, ¿por qué nos alejamos de la soledad? No es miedo a estar solo, ni aburrimiento, es algo mucho más simple, aunque nadie quiera aceptarlo.
La soledad, ese sentimiento trágico de la vida, según algunos, nos permite estar a solas con nosotros mismos, analizarnos, y de algún modo, vislumbrar nuestros “pecados”, nuestros errores, nuestros secretos más ocultos; y nadie o casi nadie, es lo bastante valiente para enfrentarse a eso. De ahí, la famosa cita: “El peor enemigo de uno, es uno mismo”.
Esa es nuestra realidad, la realidad de cualquier ser humano. Y quizás, y esto es solo una suposición, de ese miedo, surja parte de nuestra dependencia a creer en un Ser superior, que nos redima, que apacigüe nuestro interior.
Vivimos presos de nuestros miedos. De hecho, él es el que marca nuestros límites. Quizá sea ese el motivo por el que nos evadamos en nuestros sueños, viviendo en un mundo de esperanza, durante un momento, y abandonando ese tenebroso lugar que es la realidad, un mundo al que muchos temen, precisamente por miedo a no enfrentarse a él.
Pero la vida también te enseña, a enfrentarte a la realidad, a superar tus propios miedos y enfrentarte a tus demonios, y es que lo que no te mata te hace más fuerte. Y así, debemos seguir, luchando por nuestro sueño, que no es otro que acabar con el miedo a la soledad, a nuestra realidad.
Y que irónico, que la mejor manera de conseguir nuestros sueños, sea enfrentarse a la realidad, nuestro campo de batalla diario.

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