Un rincón donde los sueños se hacen realidad a través de las palabras. Sueña conmigo...

jueves, 31 de enero de 2008

Héroes


Llegamos allí,
Cuales soldados que marchan
Hacia el campo de batalla,
Sin conocer al rival,
Sin saber el número,
Tan solo,
El arma que utilizaran para intentar matarte.

La batalla se presume dura,
Pero aún cuando acaba,
No puedes alegrarte por estar vivo,
No hay tiempo,
Solo puedes prepararte para el siguiente enemigo,
Que espera ansioso tu llegada,
Para aniquilarte.

¿Cuándo acabará la guerra?
Nunca.
El saber es una batalla sin fin.
¿Acaso no somos héroes?

martes, 29 de enero de 2008

Felicidad


Felicidad efímera y fugaz,
Que deja ese gran sabor de boca en tus labios,
Para luego marcharse sigilosamente,
Sin dejar rastro,
Tan solo ese sabor,
Ese recuerdo,
Que te mantiene vivo
Hasta su próxima visita.

Pero disfruta de su agasajador perfume,
Que se esfuma a la mínima corriente,
Porque más vale haber olido lo efímero,
Que saciar el olfato con lo mundano.

jueves, 24 de enero de 2008

Mujer sin rostro: Sentimientos de un amigo


Mujer sin rostro,
Sin experiencia,
Sin constancia,
Sin recuerdo,
Sin amor,
Pero mía,
O al menos lo fue.

¿Qué será de ella?,
¿Me habrá olvidado?,
Porque yo lo intento y no puedo,
Su llama sigue encendida en mi interior,
Y aunque la sople no se apagará,
Y aunque la prendan, no se avivará,
Y no lo entiendo.

Necesito algo,
Y no lo encuentro,
Busco la felicidad,
Y no la encuentro.
¿Rendirme?
No.
¿Luchar?
Tampoco.
Y me encuentro en mitad de un mar,
Sin rumbo,
Sin viento a favor, ni mareas en contra,
Enrolado en un laberinto,
En ese laberinto,
Al que llaman mujer.

Esa mujer sin rostro,
A la que busco,
Y no encuentro,
A la que necesito,
Y no está para ayudarme,
Y me siento solo,
Muy solo,
Porque por un día conocí la felicidad,
Y ahora,
La quiero para siempre.
Pero para ello,
Debo ponerle rostro.

Sentimientos


Dolor, sufrimiento,
Rabia, impotencia,
Tristeza, vergüenza,
Son sentimientos que ahora mismo corren por mis venas,
Que recorren mi cuerpo,
Guiando cada movimiento,
Envenenando cada palabra,
Cual daga que se afila para no fallar
Guiándome hacía un destino que ya imagino,
Con el que ya he soñado,
Un destino duro y difícil,
Que quizás haga daño y deje secuelas,
Pero no hay otro camino,
Que seguir el que marcan los sentimientos,
Unos sentimientos que se han apoderado de mí,
Y que aguardan su oportunidad,
A la vez que la oportunidad los aguarda.

Esa es la utopía,
El deseo,
Lo fácil,
Pero hay una realidad peor,
Una que me atormenta cada día,
A mí,
Y a lo que es peor,
A lo que me rodea.
Porque mi dolor puedo aguantarlo,
Puedo mantenerlo en silencio,
Oculto entre mis entrañas,
Pero el suyo no,
No lo soporto,
Ni puedo, ni debo
Porque no lo merecen,
No son dignos de tal vergüenza.
Y si ellos sufren,
Los sentimientos que aguardan,
Como asesinos sigilosos,
Salen a flote,
Y ven una luz que no deberían ver,
Pero ellos van primero,
Y el veneno de mis palabras,
Ennegrecerá mi alma y mi persona,
Pero aliviará su sufrimiento.

Ya no hay marcha atrás,
Ellos han tomado el control,
Y llegarán al final del camino,
Haciendo lo que otros no pueden o no se atreven,
Pero serán implacables,
Porque lo que guardo dentro,
Los sentimientos que me guían,
Llevan mucho esperando su momento,
Y no miraran atrás,
Solo hacia delante.
El resto no importa ya,
Porque como a todos les llega su hora,
La suya llegó a su final,
Y mis sentimientos ya le buscan…

sábado, 12 de enero de 2008

Destino


El destino, esa meta común que para muchos ya está escrita y para otros, aún por escribir. Curiosa forma de buscarle explicación a un fenómeno tan ‘humano’ como la muerte. Y en eso se ha basado la historia de la humanidad a lo largo de los siglos…en buscar una explicación a todo lo que ocurre. Los pioneros fueron los griegos, quienes dieron una versión del mundo, cuyo recuerdo perdura hasta el día de hoy, transformado en un lenguaje más moderno, a la par de nuestros tiempos. Incluso, hasta las religiones más fervorosas se hacen eco del ‘destino’, y la incluyen en sus “manuales de aprendizaje”.
Pero, ¿cómo son capaces de hablar de algo que desconocen? Para ellos, el destino está regido por un ser superior, llámese Dios o Alá, que marca nuestros caminos. En otras palabras, que nacemos con fechas de caducidad, aunque las nuestras no son como la vida de los yogures o la del pan de molde, que pueden aguantar un tiempo más, sino que en cuanto llega la hora, no espera, ni avisa, tan solo se marcha sin dejar rastro, o quizás deje uno, su disfraz. Y es que, la muerte llega siempre disfrazada de destino.