Vertederos Telecinco

Como en la vida real, la basura también acaba toda junta en Televisión. Y es que Telecinco se ha convertido en el prime time de ese fenómeno que se ha dado a conocer como la Telebasura. La cadena del Sr. Vasile, fiel seguidor del modelo televisivo de un tal Berlusconi, ha acaparado todos los programas de menor sentido informativo que pueda haber en la parrilla. Sin un mínimo de escrúpulos, Telecinco ha llenado la programación de amarillismo sensacionalista y espectáculos invasores de la privacidad, que cuentan con el apoyo de personas, que buscan su minuto de gloria, y que son capaces de vender su vida y hasta su dignidad por dinero.

Lo peor de todo es que les iba bien. La cadena tomatera por excelencia gozaba de unos altísimos índices de audiencia, pero todo cansa, y la época de Telebasura comienza a hartar. El público ya está harto de ver como se engrosan las cuentas de personas de la calaña de Violeta Santander o de Julián Muñoz, y ha reaccionado de la mejor manera posible: cambiando de canal.

Nunca un mando tuvo tanto poder de destrucción. Y por fín, Telecinco sufre las consecuencias de su pésima política de cadena, que le ha llevado al ostracismo y sus actuales números de audiencia. Su infructuosa batalla con La Sexta, además de su repetitiva programación, sumado a las peores retransmisiones deportivas de la historia de la TV en España, han colocado a la cadena del Sr. Vasile a la misma altura que cadenas literalmente jóvenes como Cuatro o La Sexta.

Por fín, España reacciona contra el amarillismo televisivo, y aunque aún es pronto para cantar victoria, hemos vencido una pequeña batalla, pero la guerra contra aquello que quieren llamar periodismo y vestirlo de información, todavía tiene muchas batallas que librar, pero aquí, en este punto, es donde ellos retrocederán, todo por una parrilla televisiva decente, y adecuada al nivel intelectual de una España, que en estos momentos no se ve para nada reflejado en su televisión, o al menos eso espero.