Un querer

Doscientos porqués
ciento veinte dudas
y un querer.

¿Quién ganará la batalla,
un perdón,
el orgullo
o el querer?

Nadie vence a los porqués,
el querer vence a las dudas,
que vienen y van
al son de unos recuerdos,
que no quiero volver a ver.

¿Cómo entender una piedra
en medio de un camino liso,
como entender un amor
sin hablar de compromiso?

Nadie puede,
pues yo lo haré,
el querer acallará las dudas,
y el tiempo borrará los porqués,
pero las cicatrices del alma,
ni con amor y con calma,
podrán desaparecer.

La irracionalidad del querer,
que hermosa literatura,
pero que dificil comprender
tan grandiosa travesura,
esa que daña y duele,
que muerde y nunca falla
a su cita con el recuerdo,
a su cita con la rayada.

¿Pero qué corazón loco
mantendría esta batalla?,
teniendo enfrente enemigos
como el recuerdo, el dolor y la metralla
de un corazón reventado,
por una bala canalla,
que convirtió en pesadilla
el sueño de una noche de verano,
que dejó sin aliento al alma,
del corazón más confiado.