Un rincón donde los sueños se hacen realidad a través de las palabras. Sueña conmigo...

sábado, 23 de enero de 2010

En lo más hondo...

Como un regalo que disfruté y aún disfruto. Así llegaste a mi vida. Fiel compañero de fatigas compartidas, dolores de sangre, de esos que solo la nuestra sufre y comprende, de esos que lloramos sin lágrimas. Creciste trabajando duro bajo una sombra inventada, que no es más que un miedo carnavalero a caminar por ti mismo. Admirado e incomprendido por esa fuerza interior que hoy te da y mañana te quita, pero que siempre te hará mejor que el resto. Porque la fuerza del corazón, la misma que llevó a tus ancestros a ser lo que fueron, corre por tus venas, y eso querido hermano, te hará invencible.
De corazón tan grande como impulsivo, que actúa más que piensa, y que piensa sin pensar, pero que siente como ninguno. Nunca lo tendremos en cuenta, pues es tu marca de identidad, el sello de una persona que llevó tatuada a fuego en mi alma.
Y a pesar de los pesares, de lo que puedan pensar o decir, nunca caminarás solo, siempre estaré ahí, llorando, riendo y velando. Compañeros de sangre, hermanos de corazón.

No hay comentarios: