Los hogares aguardan despojos, las calles recogen gente desesperada. El mundo tiene cabida para todos, pero la vida no espera a nadie. El tiempo, valioso como el oro más preciado, avanza insurgente por los pensamientos de aquellos que ven la vida desde el otro lado del cristal de la cafetería. La cama aguarda nuestro destino, la vida se vive en la calle. Ahí respira el mundo, ahí respiro yo.
lunes, 8 de noviembre de 2010
Toca vivir...
Los hogares aguardan despojos, las calles recogen gente desesperada. El mundo tiene cabida para todos, pero la vida no espera a nadie. El tiempo, valioso como el oro más preciado, avanza insurgente por los pensamientos de aquellos que ven la vida desde el otro lado del cristal de la cafetería. La cama aguarda nuestro destino, la vida se vive en la calle. Ahí respira el mundo, ahí respiro yo.
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